miércoles, 5 de diciembre de 2007

Diario de un damnificado Cap.6

Un día de turismo

Creo recordar que era un sábado, ese fue el día elegido para pasar un bonito día de turismo en una preciosa ciudad. Que conste que no iba engañado, sabía perfectamente que el motivo del día de turismo era algo de un cursito de danza oriental (pobre iluso), por aquellos momentos yo no era más que un pobre novatillo, un pringaillo mas.

Durante el largo trayecto en coche y bajo un fantástico sol primaveral se me fueron revelando la totalidad de los datos que en su momento probablemente se me habían ocultado por error. Resulta que el "cursito" consistía en algo llamado intensivo... (Uf solo el nombre ya me sonó chungo) y que el tiempo que se supone íbamos a dedicar al turismo realmente lo iba a dedicar yo solo... (como digo muchas veces... tócate los huevos. :/). Intensivo. Una palabra que nunca había oído, y que ahora es parte de mi vocabulario diario.

El magnífico intensivo era impartido por una bailarina crack, una de esas que vive de verdad de esto, y se repartía estratégicamente a lo largo del día ocupando perfectamente el 98% del tiempo que íbamos a permanecer fuera de nuestra localidad. Así que ahí estaba yo, solo y perdido en medio de una ciudad extraña, deambulando por las calles y maldiciendo el día en el que se me ocurrió ir a pasar un día fuera de mi localidad sin tener real conocimiento del significado de la palabra "intensivo".

Coche, desayuno, paseo, tiendas, parque, tapitas, paseo, café, coche, cine, paseo, Coche, cervecita, recogida y regreso a casa.

Desde entonces aprendí a acompañar a mi pareja siempre con algún plan alternativo, bien quedando con algún conocido en la ciudad destino o bien llevándome a algún colega en el coche. La evolución del damnificado (Nivel 2) consiste en unirse a otros damnificados en este tipo de eventos.